jueves, 19 de marzo de 2009

LA IMPORTANCIA DE LA CORRECIÓN

El realizar un trabajo lo más cercanos a la perfección y con calidad, se refleja en la aceptación que tienen el producto en el mercado, son elementos en los cuales se debe poner mucha atención para la realización de un libro, el no cuidar su producción esto es un reflejo de resultados negativos.
Entonces los estándares de calidad son más altos y esto provoca la revisión y corrección del manuscrito en varias ocasiones, se adecua de acuerdo al público meta, que cada vez exige más de un producto.
Es conocida la función con la que cumplen la mayoría de los libros, es una misión educadora, condiciones en las cuales el compromiso con el receptor es mayor, no solo se trata de brindarle información sino además formas de expresión, se toman como un ejemplo en ocasiones de manera inconsciente.
Por lo cual, la corrección idiomática cobra tanto sentido, es cuidar los denominado como el “buen decir”, porque al no emplear las palabras correctas sin querer o accidentalmente le damos otro sentido a una oración o ideas. Para evitarlo debemos tener en cuenta reglas gramaticales, un vasto conocimiento del idioma, entre otras cosas.
Una herramienta que suele ser muy útil, es el diccionario, en donde solo encontramos la descripción de esos cambios que sufren el léxico, nosotros al consultarlo elegimos la palabra que resulte adecuada para emplear. Asimismo nos sirve para darle emplear otro tipo de palabras, permitiendo dar una agilidad al texto y no hacerlo tedioso.
También se menciona acerca del empleo de anglicismos a veces innecesarios, que no en ciertos casos un equivalente de las palabras, en ocasiones sólo se emplean por desconocimiento, imitación, moda o status, en ciertos casos se sueles ocupar por el editor, por las connotaciones que han adquirido estas palabras.
La autora agrega, la lengua no es más que un reflejo de la realidad. Ese afán de la ultracorrección muestra parte de esa preocupación de los emisores por ser competentes en su lengua. Otro elemento fundamental es el hecho de que no hay una autoridad para legislar la lengua, solo se indica como es, es algo puramente informativo.
Peña Alfaro, Silvia, De la correción a la ultracorreción , pp.21-25

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