martes, 17 de febrero de 2009

Acciones contrarias (CL1)

El libro es una fuente inagotable de conocimiento de distintos temas, así como de historias, las cuales nos traslada a un sin número de escenarios y situaciones, solo son algunos de los elementos que podemos encontrar en sus páginas, líneas y en cada unos de las palabras, las cuales en su mayoría aportan algo al individuo.
Como observamos a diario, es una minoría de la población quien disfruta del placer de la lectura, pero se le pude atribuir a unos diversos factores, entre los que se encuentran su elevado precio, el hacer de la lectura un acto obligatorio o forzado. O se da el efecto contrario, es la parte explotada por la industria norteamericana por medio de los denominados bestsellers o los de superación personal.
Pero cuando observamos el tipo de libros que se vende, nos es garantía de nada o que la situación puede cambiar o algo parecido, sino simplemente no indica un panorama favorable, aunado la fusión que deber realizar ciertas empresas editoriales para poder seguir en el mercado.
Con respecto a la falta de hábito de la lectura, se da por un conjunto de elementos que van desde la familia hasta las políticas implementadas por el gobierno respecto a este rubro, finalmente éste último quién más ha afectado de manera conciente y con un propósito claro, saben que no es conveniente tener a una sociedad con cierto nivel de conocimiento y educación, eso se traduce para ellos en dificultades u obstáculos.
Pero esto tiene otra consecuencia, respecto a las personas que conducen al país, quienes para obtener un puesto o cargo, presumen de sus títulos, diplomas y presumir de la mejor formación en las universidades más prestigiadas, todo eso se deja de lado al observarlos desempañar su cargo y la forma de expresarse con un vocabulario limitado, como podemos esperar avances en el rubro, si un buen libro no son su mejor consejero.
Se necesita un cambio desde una formación básica de los individuos se inculque ese amor por la lectura y los libro, sin forzar ni obligar, sino solo mostrando un pedazo de lo mucho que puede llegarnos a ofrecer.
Al acercarse a un libro no debe ser algo excéntrico sino todo lo contrario, además se debe evitar que el acceso a la educación sea exclusivo de un sector. Así mismo considero que podría funcionar para estimular el hábito, sería la prohibición de la lectura o el acceso a los libros, cuando se le restringe o se le niega algo a los seres humanos, se crea ese deseo de saber o de tener dicho objeto o cosa.



Monsiváis, Carlos, Lectura y globalización. Elogio (innecesario) de los libros.

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